martes, 29 de junio de 2010

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Yo no se, che.
Pero me quedé muy desilusionada después de la "convocatoria" de ayer.
Poca solidaridad.
Poco espíritu de algo-en-común.
Muchas ganas de figurar de algunxs.
En fin.
Como dijeron las chicas de El Teje "no es nuestro, pero tenemos que estar".
Y estuvimos
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sábado, 26 de junio de 2010

Este Lunes

De: Patricia Kolesnicov
Asunto: Amigos, familia: vengan a la marcha por el matrimonio gay.

El lunes a las 18, en Congreso, hay una marcha para apoyar la reforma de la Ley de Matrimonio, de modo que las parejas de personas del mismo sexo podamos casarnos. O podamos elegir no casarnos, como cualquier hijo de vecino. Yo voy, pero no alcanza. Nuestras hermanas, nuestros hermanos,nuestras mamás, nuestros papás, ¡nuestros hijos!: vengan. Vengan nuestros amigos. Vengan los que bailaron en nuestro patio en los últimos cumpleaños. Los que vinieron a ver los partidos a casa. Los que nos trajeron los chicos para que los cuidáramos. Los que comieron pastrón y estofado de asado en nuestra mesa. Vengan conmigo.No dejen que nos insulten, no dejen que nos digan que no podemos hacer cosas que ustedes pueden, no permitan que insinúen que nos vamos abajar a cualquier mujer/niña/niño/varón que se cruce, no dejen que sugieran que no podemos criar chicos porque mirá si salen como yo.¿Por qué no querría un nene, una nena, ser como yo? ¡Si soy feliz!No permitan que me hagan pagar más impuestos porque no soy "casada",que Visa le niegue mi Assist Card a mi mujer porque no es "cónyuge legal", que la Embajada norteamericana no nos deje pedir la visa juntas. No dejen que nos afanen. ¿O ustedes no nos defenderían de cualquier chorro?Esto, el matrimonio, no arregla los prejuicios, no impide que cualquier cagón le diga "maricón" a alguien para decirle "cobarde" ni que a una nena que se trepe a los árboles y se embarre la amenacen con la palabra "machona". No arregla eso, pero nos ayuda a vivir. Les cuento una: durante un año, Medicus ignoró mi pedido de afiliación con mi pareja, a través de la obra social. No nos decían que no ni que sí ni después vemos: no nos contestaban. Pusimos un abogado y terminamos en mediación. Ahí concedieron todo (mi mujer, nuestra hija, el nene no porque era mayor de edad) en un minuto. ¿El argumento del abogado de ellos? "Con la ley que acaba de salir (se había sancionado la Unión Civil) seguro ganan en cualquier juzgado".Después, igual hay que irle a decir a la ginecóloga que si no uso ningún anticonceptivo no tiene que deducir que no tengo relaciones sexuales. Hay que ir a decirle al del hotel que aunque seamos dos mujeres queremos una cama matrimonial, hay que insistir cuando igual no te la dan, hay que pelearse hasta que te la den y en una habitación que no dé a los tachos de basura (nos pasó). Igual hay que bancarse el miedo que contar una buena historia de amor nos deje sin laburo. O la frustración de fingirse sola/o por si acaso. Igual hay que aguantar la certeza con que Hanglin dice "matrimonio es un hombre y una mujer"como si eso fuera un argumento y no una opinión como la mía: un matrimonio son dos personas con un contrato. Porque acá no estamos hablando de amor ¿no? ¿O cuál de los miles de matrimonios arreglados,por guita, por papeles, por escaparse de la casa, compite con mis 15años de amor? A los heterosexuales nadie les pregunta si se aman, sise van a reproducir, cuantos espermatozoides por centímetro cúbico tiene él, cómo anda ese útero, cuántos días hace que se conocen...nada. Quiero la misma indiferencia: que el Estado salga de mi cama.Así que vengan, por favor, los que nos quieren. No nos dejen solos. No dejen que ellos, los malos, piensen que esto no afecta más que a una minoría, vengan a decir que somos muchos los afectados por la marginación.
Vengan el lunes a las 18 al Congreso.
Porque somos muchos, pero somos pocos.
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viernes, 18 de junio de 2010

Comunicado de la cooperativa de Travestis y Transexuales Nadia Echazú.

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Lamentamos informar que el día 29 de Mayo del corriente año, falleció
nuestra compañera Andrea Pérez, quien nos acompañó desde la fundación
de la cooperativa hasta el dia de su desaparición.

La situación en la que fué encontrada muerta la compañera en su
domicilio aún está cargada de dudas e impresiciones, lo cual hace
necesario que pongamos la voz y el cuerpo a esta situación particular.

Las travestis y transexuales somos y fuimos sistemáticamente
marginadas desde el espacio social; Allí donde otros sectores
oprimidos piden derechos para hacer mas digna la vida cotidiana, las
travestis y transexuales debemos salir a pedir, nada mas y nada
menos, por el derecho a seguir VIVIENDO. Porque si el precio para
poder acceder al sistema de salud, educativo, de trabajo es resignar
nuestra constitución identitaria de género, entendemos que la sociedad
está mirando hacia otra parte.

Sin embargo debemos reconocer que por primera vez en la historia, el
estado ha dado un primer paso importantísimo dando cuenta de que
EXISTIMOS. Esto se materializa en acciones concretas de acompañamiento
y en la voluntad expresa de seguir tutelando este, nuestro primer
emprendimiento cooperativo.

Aún así no debemos acallarnos para que el derecho a trabajar
dignamente sea para todas las travestis y transexuales, en cualquier
espacio y no en uno solo. De ese modo, el recorrido que hicimos juntas
con la compañera Andrea Pérez, tendrá sentido.

Por el rápido esclarecimiento de la causa de Andrea Pérez, para que
las travestis dejemos de ser las travas de esta sociedad y pasemos a
ser sujetas plenas de derecho.

Educación, salud y derecho al traVajo para todas y todos!



Cooperativa NADIA ECHAZU.

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Cooperativa de Trabajo "Nadia Echazu"
Ventas: Geraldine
Sergio García
4265-4949 15-5966-9366/15-5710-6202
ventascoopnechazu@gmail.com
coop_nadiaechazu@yahoo.com.ar
www.coopnadiaechazu.blogspot.com
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martes, 15 de junio de 2010

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Campaña audiovisual de la Sec. de género de CTA, por la legalización del aborto:

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domingo, 13 de junio de 2010

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Desde que empezó el año, mi cerebro viene carcomiéndome con respecto a cuestiones tales como: ¿cómo formar parte activa del cambio educativo? ¿De qué manera aportar? ¿Cómo cambiar la educación para cambiar el mundo? (si, suena idealista al extremo, pero ponele) ¿De qué manera enseñar “la lengua”, “el lenguaje”, la literatura”?

Creo en la transformación social. Creo en los proyectos y en las luchas de todos los días. Y la educación es una arista tan fundamental. La educación que, como decía Paulo Freire, debe ser liberadora, debe emancipar y emancipar-nos. Y es pensando en estas cosas que empiezo a conceptualizar un rol que por momentos me es ajeno, la docencia o el-ser-educadora.

El conocimiento de la lengua es una forma de enfrentarse al mundo. Lo es también la enseñanza-aprendizaje-incorporación-apropiación de la lengua, del lenguaje. Conocerla para problematizarla. Problematizarla para enfrentarla, enfrentarla para proponer cosas-otras.

Que el lenguaje es un instrumento de poder, no es novedad. El lenguaje construye sentido, establece lo-que-se-habla, y quienes-lo-hablan: ese “quienes” que legitima a unxs sobre otrxs. Y son esos quienes, dueñxs del poder de la palabra, lxs que establecen las normas que nadie cuestiona, los patrones que nadie problematiza.

Ahora bien, conocer el lenguaje implica poder enfrentarlo. La cuestión está en cómo enseñar-todo-eso-que-pensamos-es-fundamental. ¿De qué manera?

La práctica de la escritura. De la lectura. Creo que ahí está el núcleo de todo. En el poder re-apropiarnos de la lengua para, mediante la práctica de la escritura y de la lectura, aprender a pensarnos, a re pensarnos, a escribirnos y a escribir la historia de manera diferente. Sabiendo que también somos parte de ella. Incorporar el lenguaje, hacerlo carne, implica también el poder ponernos en palabras: poder escribirnos, nombrarnos, leernos. Existir, de alguna manera. Y ahí está la importancia de la enseñanza del lenguaje. Ahí es donde debemos insistir.

La lengua ya no debe ser de unxs pocxs. El mundo, la historia, la memoria, el pasado, no pueden ser escritos de una sola manera.

Re pensarnos y apropiarnos de esa lengua implica que podamos re escribir esa historia, esa memoria, ese pasado, y, fundamentalmente, a nosotrxs mismxs.

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domingo, 6 de junio de 2010

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Hace poco fue el día internacional de acción por la salud de las mujeres.

Creo que hay muchos derechos que se nos niegan. Definitivamente, los hay. El derecho a la salud es uno de esos. Pero ¿qué es la salud? Algunxs la definen como ausencia de enfermedad. Otrxs, como el estado de completo bienestar físico, social y mental. Hay quienes consideran a la salud como buen estado y funcionamiento del organismo, ejerciendo normalmente todas sus funciones biológicas y psíquicas.

Intento desglosar esta cosa que se llama salud. Puedo tomar un poco de todo, formar una sola, elegir una entre tantas, las definiciones brotan por todos lados. Pero la otra pregunta es ¿quién escribe esas definiciones? Cuando pienso en la salud, pienso en un concepto que podría desarmarse en tantas partecitas que sería inabarcable, una especie de gigante mapa conceptual formado por redes y redes de redes de nociones, significados, saberes, etc. Pensar en quienes escriben esas definiciones, entre las que se encuentra la de “salud”, inevitablemente deriva en pensar un sistema patriarcal, machista, heterosexista, que busca controlar los cuerpos de las mujeres, regulando nuestros placeres, negando nuestros derechos. Un sistema que prohíbe el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. ¿Y por qué prohíbe el derecho al aborto legal? Es simple. Sigamos desglosando. Hablar de aborto implica, también, hablar de sexualidades. De disfrute, de goce. De decir NO a la maternidad obligatoria, a la sexualidad reproductiva como única posible. Es decir: hablar de aborto es hablar, también, de decisión sobre nuestros propios cuerpos. De un control que se les quitaría a unxs “otrxs” para pasar a unas nosotras. Eso es lo que se percibe como imposible a los ojos de quienes detentan ese poder regulatorio, de control. Me atrevería a decir que más que imposible: se ve como criminal.

¿Cómo podemos nosotras, las mujeres, pensar en decidir, en elegir, en disfrutar, en actuar como queramos, cuando queramos, sobre nuestros cuerpos y sobre nosotras mismas? Este es, quizás, el error más grande, a los ojos de esxs otrxs que (entre otras cosas) se oponen a que ejerzamos nuestro derecho a decidir: a decir con quién, cómo, si sí o si no, si quiero o si no quiero (ser madre, ser esposa, ser lesbiana, SER).

El error está en poder pensarnos.
En “osar” pensar-que-podemos-llegar-a-pensarnos.
Que podemos llegar a elegir.
Que podemos llegar a decidir.

Y acá es donde se hace evidente que no se trata de un tema superficial.
Que hablar de aborto implica empezar a explorar un iceberg gigante, dentro del cual el reclamo por el aborto legal-seguro-gratuito es simplemente una parte ínfima.

[Y coincido con Santiago Kahn –del blog: http://santiagokahn.blogspot.com-: definitivamente, este es el tema más importante de la agenda 2010]

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